sábado, 29 de marzo de 2008

Alejandra Pizarnik

has construido tu casa

has emplumado tus pajaros

has golpeado el viento

con tus propios huesos



has terminado sola

lo que nadie comenzo

miércoles, 26 de marzo de 2008

"Oigo llorar" Ivonnne Grimal.(1939)

Oigo llorar

el umbral de cada puerta.


Te busco:

asi la noche no siente miedo.


Estan los prisioneros en sus claustros

desligados de todo.


Como surge la tierra

a mi rostro inclinado.


El aire es tibio,

la muerte esta tranquila.


Te busco:

Mi niñez esta siempre.


Han girado mil años

y el viento se convirtio

en compañero de todos

La soledad va por los rios.


Te busco:

en la faz de los hombres,

en la sentencia del sueño.


Los espejos,

intervalos del tiempo

en el silencio de las casas quedan.

sábado, 22 de marzo de 2008

XLIV PABLO NERUDA

Sabras que no te amo y que te amo

puesto que de dos modos es la vida,

la palabra es un ala del silencio,

el fuego tiene una mitad de frio



Yo te amo para comenzar a amarte,

para recomenzar el infinito

y para no dejar de amarte nunca:

por eso no te amo todavia



Te amo y no te amo como si tuviera

en mis manos las llaves de la dicha

y un incierto destino desdichado.



Mi amor tiene dos vidas para amarte.

Por eso te amo cuando no te amo

y por eso te amo cuando te amo.

jueves, 20 de marzo de 2008

Día mundial de la Poesía es celebrado alrededor del mundo
Desde el año 2000 la UNESCO dedica el 21 de marzo a esta forma de arte, con el fin de destacar su importancia cultural y social.

domingo, 9 de marzo de 2008

TE QUIERO Mario Benedetti.

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Mario Benedetti

sábado, 8 de marzo de 2008

Carta a Ingrid Betancourt en el Dia Internacional de la Mujer.

DESDE HACE 6 AÑOS ,LAS MUJERES ,NO PODEMOS CELEBRAR CON JUBILO ESTE DIA ,MIENTRAS INGRID BETANCOURT SIGA SECUESTRADA.

Hay una mujer temerosa,desconsolada.Que vive en sombras con su silencio cotidiano.Alejada de sus afectos.
Vive engrillada,por los sicarios del caos y de la muerte,en una silla prestada.Con su cabellera de marmol y olvido.Donde las aves vuelan con miedo en selvas oscuras y mediaticas.
Seres pequeños que no comprenden nada.Secuestran ,torturan a un semejante,enfrascados en convicciones perversas.

Ella es rehen de gobernantes que sonrien con sus dentaduras postizas,en sus escafandras omnipotentes.Y de guerreros mesianicos enfundados en sus feroces armaduras del medioevo.
Abusan del semejante y lo violentan en su cosmovision maligna.

Ella es rehen de la incapacidad y la desorganizacion global,de la que todos somos complices.

Ella no es dueña de si misma, le arrebataron la libertad, los sueños y las horas.Esta en manos de la locura mesianica de unos pocos desorientados.

Ella es avasallada dia a dia por ser mujer.Y es otra victima del silencio y la locura complice en que vivimos...Y de todos los Marulandas que andan por el mundo confundidos,acerca del valor de la vida humana de seres inocentes.Desprotegidos por la crueldad de "los unos y los otros".

Hoy en el Dia Internacional de la mujer ,somos un solo grito y un solo clamor:No mas violencia,No mas secuestros de personas inocentes.No mas marginacion.No mas desvalorizacion,y mas respeto por la condicion humana.

Por eso,gritamos con toda el alma y exigimos.
¡¡¡LIBERTAD A INGRID BETANCOURT!!!
¡¡¡NO DEJES QUE TE IMPIDAN SOÑAR!!!

viernes, 7 de marzo de 2008

Psicología | Jueves, 06 de Marzo de 2008

Legado de sabiduria de Emilio Rodrigue
“Decidí celebrarme todo el día”
En el recuerdo de Tato Pavlovsky, preciso y emocionado, Emilio Rodrigué se ofrece como el caso de un hombre capaz de dedicar un día entero a la celebración de ese otro que, en tercera persona, es él mismo. Rodrigué, psicoanalista y escritor, falleció el jueves 21 de febrero. Por Eduardo Pavlovsky


En 1972, vivíamos juntos con el psicoanalista Emilio Rodrigué, en Libertador y Oro. El se iba a su consultorio de Ayacucho muy temprano a la mañana en una bicicleta vieja que se había comprado, y volvía a la noche. Yo trabajaba en Esmeralda y Libertador, y la mitad de la semana iba al teatro Payró a actuar en mi obra El señor Galíndez y volvía tarde. La mayoría de las noches cuando llegaba lo veía a Emilio con alguna señorita en el sillón de nuestro living. Yo pasaba rápidamente, temiendo importunar alguna intimidad. Pero él me saludaba cordialmente, presentándome a la señorita de la noche. Lo que me asombraba de la situación –Emilio siempre tuvo la facultad de asombrar– era que las jóvenes variaban según los días, pero Emilio mantenía siempre una misma posición física. Piernas cruzadas y su brazo izquierdo tocando suavemente el hombro derecho de la joven. Las jóvenes siempre estaban ubicadas a su derecha. La posición era extraña pero invariable. Lo que variaba eran las jóvenes. Debo aclarar que la posición de Emilio estaba distante de cualquier encuadre erótico. Por sus características yo presumía que era un juego preerótico de estilo emiliano. Intraducible. Tenía algo de resabios de vieja alcurnia franelera.

Una noche, después de mi función de teatro, al entrar noté con sorpresa que el sillón estaba vacío, y escuché desde el baño la voz de Emilio que me gritaba: “Vení Tato, estoy solo”. Emilio estaba totalmente sumergido en la bañadera, colmada de espuma y desde donde sólo emergía su cabeza. La espuma en la bañadera al estilo de Lana Turner o Marilyn Monroe. En un borde de la bañadera había varios Gráficos, la mejor revista deportiva de la época, y él tomaba simultáneamente un gin tonic con una larga pajita que desembocaba en el vaso y que el otro extremo culminaba en su boca. Como los dos somos de Independiente, me empezó a mostrar viejas fotos de aquella inolvidable delantera del ’40 –Maril, De la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla– pero, como había comprado 40 Gráficos viejos, también teníamos fotos de Michelli, Cecconato, Lacacia, Grillo y Cruz. ¡Era una fiesta roja! De repente Emilio me miró fijamente y me dijo: “Me jubilé por hoy y decidí celebrar a Emilio Rodrigué todo el día”. Por la seriedad con que me lo dijo me di cuenta de que había que escucharlo y decidí sentarme en una silla cercana a la bañadera. Algún nuevo contexto de descubrimiento se avecinaba. Habló:
“Hoy me levanté temprano a la mañana y resolví festejar a Emilio Rodrigué. Pensé que se lo merecía después de tantos años de trabajo y con una abultada producción literaria y psicoanalítica. No usé la bicicleta y resolví llevarlo al Plaza Hotel en taxi para desayunar. Me parecía un buen comienzo. Un buen desayuno siempre es bueno para empezar el día con energías. Después de las lecturas de los diarios, que no fue precipitada sino gozosamente saboreada, y hasta leyendo secciones de los diarios que nunca leo en días de trabajo, por ese apuro imperioso de leer el diario en diez minutos entre paciente y paciente. A las 11 de la mañana lo invité a caminar por la calle Florida pero muy lentamente, como gozando la calle en esa nueva armonía cadenciosa. Respiraba profundamente mientras miraba libremente y sin apuro las bellezas femeninas que pasaban a mi lado. A algunos culos les dedicaba el tiempo que merecían. A las 12 tuve una imperiosa necesidad de leer Gráficos viejos y lo llevé a la calle Azopardo, donde los vendían. El primero que abrí tenía la foto de Capote De la Mata en el famoso gol a River en el Monumental, de 1937. Era una foto de museo. Ahí fue cuando decidí llevarme todos los Gráficos que podía. La sensualidad de esas hojas amarillentas me enloquecía. El vendedor, un hombre maduro, me señaló al pasar: ‘Parece que el señor es de Independiente’; salió rápidamente hacia otra oficina y volvió con una foto de Erico del día que le ganamos 7 a 1 a Boca en Avellaneda. ‘Tome, es suya, se la merece, llévela’. Me hizo un enorme paquete y salí de la calle Azopardo emocionado. Tomamos un taxi y volvimos a casa para dejar los Gráficos bien guardados. Te confieso Tato que tuve miedo de que si llegabas por la tarde me los pudieses robar, una foto de Erico para un hincha fanático como vos es una pieza de museo muy deseable. Guardé todo el paquete y cerré con llave la puerta del cuarto.
”Almorzamos en un restaurante japonés en la calle Mendoza cerca de Libertador. Buen vino, buen postre y un buen coñac. Nunca gocé tanto en no tener que trabajar por la tarde. Fuimos a casa y dormimos una saludable siesta. A las 5 lo invité a correr y accedió. Hablaba muy poco. Casi nada. Tenía algo de autista funcional que me atraía. No invadía. Sólo acompañaba autísticamente. No hinchando las pelotas con preguntas boludas. Eso es lo mejor de los autistas.
”Al volver a casa a eso de las 7, vimos algún noticiario por televisión y al rato le ofrecí cocinar para los dos un buen lomo que tenía en la heladera con papas fritas y acompañado por un Bianchi Borgoña. Después de la cena estaba contento de haber festejado a Emilio Rodrigué. No es un hombre que expresara mucho, pero sus ojos delataban la alegría de haber pasado un buen día. Creo que llegó a decir gracias. Mucho para su reserva habitual. Para su autismo funcional e instrumental. Gracias a su autismo instrumental, James Dean se cogió a todas las minas de Hollywood.
”Cuando me quedé solo, llené la bañadera con agua caliente y le puse espuma de baño que una mina me había regalado. Traje todos los Gráficos y los apilé cerca de la bañadera. Traje también una botella de gin y cuatro tónicas y una pajita japonesa de 40 centímetros para ocasiones como ésta y me metí en la bañadera.
”La lectura de los Gráficos viejos tomando gin tonic sin reserva me producía un éxtasis excepcional. No era éxtasis de yerba. Era éxtasis de gin, Gráficos y espuma. Todo junto. Suspiré profundo y dije: ‘Qué bueno haberme celebrado así’. En ese momento llegaste vos y tuve la imperiosa necesidad de relatarte la experiencia. Te veo llegar con cara de soldado del frente de Stalingrado que ha cumplido bien su faena militar. Yo no niego que hacer teatro pueda ser para vos una manera de celebración, pero es todavía demasiado exigente. Hay que hacerlo bien. Hay que trabajar. Vos te celebrás poco, Tato. Las que saben celebrarse son tus minas, por lo menos las que conozco. A ver si la entendés: Tato tiene que celebrar más a Tato, tiene que festejarlo más, tiene que exigirle menos, tiene que enseñarle a perder el tiempo. Vos no sabés perder el tiempo. Sos un ruso de batalla. Siempre en la línea de combate. Celebrate, amigo mío. Yo necesito que vos te festejes más, te mimes más, como lo hice hoy conmigo. Date un día para vos; sin minas, que exigen tanto. Un tiempo de puro festejo tatista, de celebración pura”.
Mientras escribo esto estoy llorando.
Rodrigué continuó:
“Sin exigencias. Dejá Stalingrado por un día, pedí licencia”. Yo estaba emocionado. Nunca Emilio me había hablado así, con tanto cariño explícito. Empezó a buscar entre los Gráficos y sacó la foto de Erico. “Tomá, te la regalo, que la foto sirva para tu primera celebración. Celebrate hermano, que te lo merecés” y, de repente, como si yo no estuviera, tomo un Gráfico y siguió leyendo, ensimismado. Yo me levanté lentamente de la silla, me fui a mi cuarto con la foto de Erico en la mano y me senté en la cama. Pensé: ¿podré realmente celebrarme como este hijo de puta? Me resultaba difícil tanto placer junto. Pero la experiencia fue importantísima en mi vida. Lo mire a Erico en la foto y me puse a llorar. Erico ya había muerto, como hoy está muerto Emilio Rodrigué. Pero sus recuerdos siguen vivos en todos los que lo quisimos tanto.
Celebrarse, ¡qué palabra inventada! ¡Qué palabra tan emiliana!


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o de este año

miércoles, 5 de marzo de 2008

Texto completo del discurso de Amos Oz al recibir el Premio Principe de Asturias de las Letras.

Señoras y señores,

He venido desde Jerusalén a hablarles de paz. Permítanme que les hable en el idioma de la Biblia

Si adquieres un billete y viajas a otro país, es posible que veas las montañas, los palacios y las plazas, los museos, los paisajes y los enclaves históricos. Si te sonríe la fortuna, quizá tengas la oportunidad de conversar con algunos habitantes del lugar. Luego volverás a casa cargado con un montón de fotografías y de postales.

Pero, si lees una novela, adquieres una entrada a los pasadizos más secretos de otro país y de otro pueblo. La lectura de una novela es una invitación a visitar las casas de otras personas y a conocer sus estancias más íntimas.

Si no eres más que un turista, quizá tengas ocasión de detenerte en una calle, observar una vieja casa del barrio antiguo de la ciudad y ver a una mujer asomada a la ventana. Luego te darás la vuelta y seguirás tu camino.

Pero como lector no sólo observas a la mujer que mira por la ventana, sino que estás con ella, dentro de su habitación, e incluso dentro de su cabeza.

Cuando lees una novela de otro país, se te invita a pasar al salón de otras personas, al cuarto de los niños, al despacho, e incluso al dormitorio. Se te invita a entrar en sus penas secretas, en sus alegrías familiares, en sus sueños.

Y por eso creo en la literatura como puente entre los pueblos. Creo que la curiosidad tiene, de hecho, una dimensión moral. Creo que la capacidad de imaginar al prójimo es un modo de inmunizarse contra el fanatismo. La capacidad de imaginar al prójimo no sólo te convierte en un hombre de negocios más exitoso y en un mejor amante, sino también en una persona más humana.

Parte de la tragedia árabe-judía es la incapacidad de muchos de nosotros, judíos y árabes, de imaginarnos unos a otros. De imaginar realmente los amores, los miedos terribles, la ira, los instintos. Demasiada hostilidad impera entre nosotros y demasiada poca curiosidad.

Los judíos y los árabes tienen algo en común: ambos han sufrido en el pasado bajo la pesada y violenta mano de Europa. Los árabes han sido víctimas del imperialismo, del colonialismo, de la explotación y la humillación. Los judíos han sido víctimas de persecuciones, discriminación, expulsión y, al final, el asesinato de un tercio del pueblo judío.

Cabría suponer que dos víctimas, y sobre todo dos víctimas de un mismo perseguidor, desarrollarían cierta solidaridad entre ellas. Desgraciadamente las cosas no son así, ni en las novelas ni en la vida real. Por el contrario, algunos de los conflictos más terribles son aquellos que se producen entre dos víctimas de un mismo perseguidor. Los dos hijos de un progenitor violento no tienen por qué amarse necesariamente. Con frecuencia ven reflejada el uno en el otro la imagen del cruel progenitor.

Exactamente así es la situación entre judíos y árabes en Oriente Medio: mientras los árabes ven en los israelíes a los nuevos cruzados, la nueva reencarnación de la Europa colonialista, muchos israelíes ven en los árabes la nueva personificación de nuestros perseguidores del pasado: los responsables de los pogroms y los nazis.

Esta realidad impone a Europa una especial responsabilidad en la solución del conflicto árabe-israelí: en lugar de alzar un dedo acusador hacia una u otra de las partes, los europeos deberían mostrar afecto y comprensión y prestar ayuda a ambas partes. Ustedes no tienen por qué seguir eligiendo entre ser pro-israelíes o pro-palestinos. Deben estar a favor de la paz.

La mujer de la ventana puede ser una mujer palestina de Nablus y puede ser una mujer israelí de Tel Aviv. Si desean ayudar a que haya paz entre las dos mujeres de las dos ventanas, les conviene leer más acerca de ellas. Lean novelas, queridos amigos, aprenderán mucho.

Las cosas irían mejor si también cada una de esas dos mujeres leyese acerca de la otra, para saber, al menos, qué hace que la mujer de la otra ventana tenga miedo o esté furiosa, y qué le infunde esperanza.

No he venido esta tarde a decirles que leer libros vaya a cambiar el mundo. Lo que he sugerido es que creo que leer libros es uno de los mejores modos de comprender que, en definitiva, todas las mujeres de todas las ventanas necesitan urgentemente la paz.

Quiero agradecer a los miembros del jurado del premio Príncipe de Asturias que me hayan otorgado este maravilloso Premio. Muchas gracias y mis mejores deseos a todos ustedes. Shalom Ubrajá.

Fuente: Fundación Príncipe de Asturias - 26/10/07

martes, 4 de marzo de 2008

Autora: GIOCONDA BELLI

El retorno

En el calendario:
la ausencia.
Ventanas blancas
por donde escapa
tu imagen.
La soledad me alivia.
Me distiende la piel.
Recobro el sonido de
la vida interior
ensordecida por tus palabras.
Ventanas blancas de los días
me vacían de rencor.
Caen afuera las primeras lluvias.
Mi soledad huele a tierra mojada.
Mi vientre se llena de viento.
En unos días más olvidaré
el contorno preciso de tu rostro.
Entonces empezaré a desearte
otra vez.
Descartaré el olvido, la rabia.
La nostalgia me mojará
y yo también oleré a humedad.
Desde las ventanas blancas del calendario
me mirarán tus ojos de antes,
los del amor.
Esperaré deshojada
la resurrección de la carne
de lo que fuimos.
Removerá mi alma las alacenas
del optimismo.
Pondré alpiste en las ventanas
y aguardaré el pico duro de tu boca
tu mirada de pájaro.
Temblando.