Serenata del alba,
sostiene mi silencio.
Así como la música
sostiene mi henchido corazón
por la amada costa de Coquimbo.
sostiene mi silencio.
Así como la música
sostiene mi henchido corazón
por la amada costa de Coquimbo.
Sed de ti que me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta tu vida se alza.
Ebria sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas.
Hacia dónde, en las tardes que no vayan tus ojos
En viaje hacia mis ojos, esperándote entonces.
Pablo Neruda