Ven a habitarme antes que naufrague.
Mi calle te espera, llena de
espejismos
cada día recorro la tierra con
tu huella.
Distante y próximo... en tu
camino anónimo
todo hasta tí me conduce...
Sed de ti que me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta tu vida se alza.
Ebria sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas.
Hacia dónde, en las tardes que no vayan tus ojos
En viaje hacia mis ojos, esperándote entonces.
Pablo Neruda
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